Tal como se ha mencionado en la primera parte (“La importancia estratégica de los sorgos para la ganadería argentina”), el sorgo es la especie de verano indicada cuando de ambientes extremos se trata ya que es capaz de aportar estabilidad a los sistemas ganaderos a pesar de las dificultades ambientales a las que podría enfrentarse. Esta condición puede potenciarse si se logra alinear la elección del biotipo con el ambiente y con la necesidad productiva específica que el planteo requiera. La especie puede tolerar situaciones ambientales de gran complejidad como sequías, temperaturas extremas y limitantes de suelo de variada índole. Sin embargo, esta especie tropical tiene requerimientos térmicos particulares y es afectada en su comportamiento por la latitud, especialmente si la componente de rendimiento buscada es el grano. Todas estas cuestiones deben también ser tomadas en cuenta al momento de la elección del híbrido, ya que podrían atentar contra la expectativa de performance esperada.
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